Para ti, querido propio:
De niño quería ser paleontólogo y perderme en el desierto, buscando huesos de algún ser muerto hace demasiado tiempo, hasta que un día se me ocurrió hacer un acorde en la vieja guitarra arrumbada en el closet de mi antiguo hogar. Desde entonces la música y sus vibraciones se me metieron hasta el tuétano. Iba a estudiarla, a comprenderla desde sus fundamentos y desarrollar mi vida para ella, pero se atravesó la carrera de Comunicación Social y ya no fui músico por definición académica.
Tuve que salir de mi casa y mudarme a Mérida por unos largos 8 años, de los cuales hay cosas que no recuerdo y otras que no quiero recordar. Me metí a la universidad pensando que la prioridad de mi vida laboral iban a ser los medios audiovisuales, mas mi pasión termino convirtiendo los conocimientos que adquirí en solamente herramientas para sobrevivir, pues fue finalmente el sonido el que me convenció, la música en particular, el audio en lo general, por lo que acorde a ello decidí estudiar la maestría en Diseño de Audio. Una vez mas, me cambié de lugar para radicar en la Ciudad de México, que cuando llegue todavía era el Distrito Federal.
Si bien me encontraba en el estado ideal nuevamente la contradicción de mi destino hizo que me deconstruyera en la ciudad que mas me gustó, dejando atras todo lo que otrora valoraba con todo mi ser y una vez mas, cual hijo prodigo, me encuentro en las vísperas de mi retorno hacia el caribe.
Como verán mi vida esta definida por los constantes cambios y la inestabilidad. Afortunadamente ello no sucede con mi música, pues aunque se encuentra en evolución desde mis púberes 15 años, se ha mantenido constante, a pesar del tiempo, las circunstancias y las muchas personas que han estado yendo y viniendo durante estos 6 lustros de mi existencia.