Guadalupe


Dirán que no esta bien generalizar, pero todos, o casi todos los de mi generación nos criamos con los chistes y los monólogos de Otro Rollo, programa exitoso allá por comienzos de siglo. El que lo niegue es un hipócrita, pero esta entrada no es una apología al Sr. Adalberto Ramones. Existe mas bien por una curiosidad lingüística que me tuvo en duda por algún tiempo. 
Resulta alguna vez que Adal en alguno de sus monólogos hizo el "curioso" chiste de que, por alguna razón, un mago mexicano iba hasta Arabia a hacer sus trucos, siendo que su nombre, Guadalupe, resultaría exótico para los árabes (imaginense el segmento, ya saben, con Ramones imitando guturalmente sonidos... arabescos y toda la cosa). Siempre me pareció, como ya lo mencione, curioso el hecho de que probablemente fuese verdad, que como un nombre, por ejemplo, Mohamed, nos parece raro, extranjero y que ellos ante un nombre mexicano reaccionarían igual.
Pero, oh sorpresa, Guadalupe no es mexicano. Ni siquiera español, es Arabe. ¿Y como esta eso? Bueno, si se sabe de historia mundial puede no resultar una novedad, pero si no, pues preparense, hace un par de milenios la península ibérica fue conquistada por los árabes y se mantuvo así durante un buen rato. Se puede comprobar esto en la actualidad con palabras tales como "Almohada" y "Ojalá", que vienen de los vocablos árabes al-mujadda y law sha'a allah, Mejilla y Dios Quiera respectivamente. Al igual que el nombre que viene al caso, Guadalupe, que en España es un río cuyas características lo hacen ver como escondido o Wad-al-luben en arábigo. Por lo que la virgen del Tepeyac vendría a ser algo así como la Virgen del Rio Escondido, por si se lo preguntaban.
Espero encontrar el susodicho monologo algún día en Youtube, para verificar el dato, pero es que chutarse mas de media hora de Otro Rollo en estos tiempos... esta... cañón.

La Grieta



¿Saben? A veces se abre esa grieta, la de los recuerdos rotos en la pared de tu propio cuerpo. Ya no tan a menudo como antes, porque los tiempos de ahora son demasiado intensos como para permitir esa clase de frecuencias. Pero de que ocurren, ocurren, en menor medida, pero ocurren.
Ideales, esa palabra tan cliche pero tan cierta, tan voraz que de eso vivíamos. He de citar la definición mas hermosa que he escuchado de esos tiempos, que es la etapa durante la cual se concilian los anhelos, deseos y las realidades. Soñábamos despiertos, te juro que lo hacíamos. Volábamos entre los edificios de la ciudad, atravesábamos las paredes de la facultad, nadábamos en la noche, bien despiertos y en el día seguíamos con esperanza, nos sentíamos libres, capaces de cualquier cosa. Vivíamos entre letras y números, consumíamos imágenes a una velocidad infinita, podía haber un océano de distancia pero insistíamos en la  comunicación, ese ejercer tan bellamente humano. Lo sabíamos todo, lo queríamos todo, al mismo tiempo en el tiempo, era un mundo de sensaciones el cual, por supuesto, estábamos desesperados por explorar.
¿Cual es la conclusión? Que éramos tontos, en el mas nostálgico e inocente sentido de la palabra. No teníamos idea de que seguía, ni siquiera noción de que efectivamente seguiría, pensábamos en el momento, en los estímulos y las reacciones, en verdad creíamos que éramos eternos, dioses de jade, prismas en un mundo gris. Pero así de golpe, como este párrafo, llegaron las realidades. Entre mas información, mas consciente uno es de lo cotidiano, en verdad queríamos cambiar el mundo, deseábamos que esa ideología nuestra fuera los suficientemente fresca como para disolver el tufo que nos venia persiguiendo, eso que sentíamos de generaciones oxidadas. Pero fue al revés, demasiado al revés.
Algunos se hundieron en el río, otros perdieron la piel, unos mas se quedaron donde estaban y a los que mas extrañamos se fueron del otro lado, sin planearlo. A todos se nos secaron los ojos, ya no brillaban, ya no se emocionaban. De pronto las palabras perdieron orden y noción, se quebraron los fundamentos y finalmente nos volvimos locos, histéricos, ariscos. ¿Que fue de los fantasmas anteriores? ¿Murieron en la guerra? ¿Saltaron por la borda? ¿Huyeron ante las amenazas? No sabría decirlo, la grieta no me deja ver del todo.
Finalmente el polvo se asentó en lo maltratado. Ya no era lo de antes, por mas que quisiéramos. Terminamos de hablarle a las memorias y comenzamos a construir lentamente nuestro sendero de luces tenues en la oscuridad, tonos sepias con amarillo y negro. Salimos del mar y vimos que no esta tan agitado como creíamos, que solo hacia falta una cosa: respirar.
Hoy ya crecimos, seguimos corriendo pero no por nosotros, sino por ellos, por ellas, por el y por ella. Por el hambre, por la sed. Por las prisas y por tener. Por que el mundo nos empuja, pero ya concluimos que todo esta como debe estar. Y no decimos eso por resignación, como pareciera ser. Ciertamente agradecemos lo que paso, pero lo de ahorita, para ser honestos, es mucho mejor. Y todavía lo que nos falta...

Mientras tanto, en la chamba...


Estuvieron muy buenos, la verdad. Había unos de plátano, que Oh My Lord!

Brontosaurus Strikes Back (aparentemente...)

Esta imagen aparece en un libro que me regalaron cuando era niño, al cual le tengo mucha estima, sobre todo por el dinosaurio saltarín del fondo

Estaba yo en mis aposentos, relajándome después del arduo trabajo cuando al leer las noticias en internet casi escupo al monitor por un titular que decía "El Brontosaurio ha vuelto". Yo, fanático desde la infancia de los dinosaurios y demás criaturas prehistóricas, conozco de memoria la anécdota aquella que nos cuenta como es que a un esqueleto de Apatosaurus (un sauropodo... un cuello largo... un pie pequeño... un lagartote como el de la imagen, pues...) le pusieron el cráneo de un Camarasaurus, pues al fósil del primero le hacia falta la cabeza, y le llamaron a la quimera Brontosaurus. Esta acción era algo así como ponerle a un león la cabeza de un tigre solo porque yolo y nombrarlo Juan, el gato. Tiempo después, los paleontólogos al encontrar mas especímenes de Apatosaurus se dieron cuenta que la cabeza y el cuerpo no coincidían anatomicamente, por lo que el nombre Brontosaurus desapareció de los anales de la ciencia, hasta hoy. 
Resulta que un grupo de científicos ha publicado un estudio de 300 paginas en la cual mediante diversos análisis demuestran que el cuerpo del originalmente llamado Brontosaurus (osease el holotipo) en realidad tiene bastantes diferencias respecto a los Apatosaurus descubiertos posteriormente. En pocas palabras, pos que si era Brontosaurus después de todo.
Por supuesto, todavía falta la confirmación de la comunidad científica en general, ese clan siniestro vestido de batas blancas, pelos parados y maquiavélicos planes que nos muestran las películas, por lo que el Brontosaurus, que jamas perdió su popularidad a pesar de su peculiar historia, aparentemente volvió y no solo en forma de fichas...