Tu

Comencé a darle a eso de escribir canciones simplemente por el gusto de escribirlas, se dio de manera espontánea y natural, entre la ociosidad y la desidia de los tiempos anteriores a las redes sociales. No fue para impresionar a alguna chicuela o expresar algún sentimiento cursi. Años después me doy cuenta que probablemente ese sea el motivo por el cual no soy de los que escriben rolas románticas, y si lo hago, trato de que sea lo menos cliché posible. Para muestra la siguiente canción, la segunda de las quince, que a pesar de todo tiene su buena dotación de azúcar.

Estresado

Esta primera canción de las quince que iré compartiendo genera cierta confusión al oyente, pues al escucharla lo primero que me preguntan es que si es un ska; ni yo lo se. Por ahí les encargo definirla... Trata básicamente del estrés, algo que asumimos tan cotidiano y tan normal a pesar de lo nocivo que es para el alma y hasta para la salud.
 

Anamnesis

Desde que tenía quince años se me ha dado lo de escribir canciones, algunos ya lo saben, otros no y unos mas hasta ni me creen, ¿Por que? Sepa la bola. El chiste es que ahora después de doce años termine de grabar y registrar las rolas que pienso valen la pena reguardar. Todavía me faltan muchas mas que hacer y plasmar en los surcos digitales, pero mientras les comparto las quince que mas me han chuleado los cuates y las cuatas que conozco. Una cada sábado, si el tiempo y las ganas lo permiten. La cosa es que, ahora si, estas melodías lleguen hasta donde ustedes se lo permitan.

Cementerio de Blogs


Verán, estudié en una universidad un tanto chaira, es decir, con ideal contestatario y revolucionario, supuestamente. La realidad es que los que estudiaban ahí eran jóvenes faroleando y los maestros amantes de la burocracia y los incentivos monetarios.
Recuerdo bien que hubo un boom de blogs entre los estudiantes que duro mas o menos dos años en los cuales mis compañeros y congéneres universitarios expresaban sus ideas de manera torpe y compulsiva. Había desde blogs de denuncia, con consignas y decretos hasta de ocio ocasional, con entradas de una o dos lineas, normalmente sensaciones o descripciones de sentimientos. Recuerdo muy bien porque para esas fechas yo ya llevaba como tres años en esto de blogger y me pareció chida la idea de que la gente se expresara por este medio que según yo lo tenia todo para el joven ideal promedio.
Casi una década después muchas cosas han cambiado, cayo una bomba desde el cielo cibernético llamada redes sociales que destruyo casi por completo la antigua aldea virtual de diversión y esparcimiento que había en esos años. Y lo hizo simplemente porque supo por donde darle, por la vía de la expresión; fue mas o menos análogo a como le paso a los antiguos aparatos electrónicos ante la llegada de los smartphones, las redes sociales incluían todo lo necesario y hasta un poco mas. Con simplemente poder compartir fotos, y videos, tener chats, juegos y la posibilidad de escribir posts en un mismo sitio le hizo el mandado a muertos como My Space, MSN Messenger y Fotolog. Claro, sobrevivió Blogger pero sin la misma popularidad e impacto de antes y fue entonces cuando surgieron los Cementerios de Blogs.
Muy raras veces visito estos cementerios, pero al hacerlo, ya mas por morbo que por nostalgia, me genera asombro ver las cosas que alguna vez se escribieron, y es que en estos tiempos tan modernos con la digitalización de las cuestiones cotidianas hace que visitar estos lugares muertos sea lo mas cercano a adentrarse entre los restos de una guerra o alguna catástrofe que ocurrió hace tiempo.
La mayoría de los blogs ya están cerrados, pero con solo el nombre te vienen a la mente flashasos de su diseño tan de los 2000 y de la forma de expresarse de sus autores. En mi caso, como conocí a las personas que hicieron estos blogs, recuerdo su jovialidad y emoción por la vida, con miles de posibilidades en sus cabezas e ideales inconformistas que les parecían eternos, sin imaginar que serian felices con sus trabajos de 8 a 4, en sus casitas teniendo bebes. Si alguien les hubiera dicho que terminarían así y peor, que lo disfrutarían... yo lo hice en su momento y obtuve miradas frías llenas de odio.
Con los blogs que no están cerrados son con los que mas me divierto, pues si con los que ya no existen es como visitar un pastizal y decir "Aquí hubo algo", con los todavía en linea es meterse entre telarañas y herrumbre para descubrir antiguas ruinas de tiempos pasados. No te llevan exactamente a los momentos nostálgicos que viviste porque son escritos y pensamientos ajenos, pero si te ponen dentro del contexto en el que fueron escritos, temporalmente hablando. Ya sea por la descripción de alguna situación o suceso destacable te dibujan una sonrisa en la cara y te hace pensar "Oh, si es cierto, eso paso en aquellos años" o por los pensamientos plasmados ante los cuales hasta con cierto tono de burla reaccionas diciendo "Oh, si es cierto, así pensaba esta persona en esos días", sobre todo en mi caso por la sarta de ingenuidades existentes.
Soy el primero en reconocer que por su puerto, también escribí estupideces sin sentido en los primeros años de este blog, pero a diferencia de los que quedaron olvidados en la deriva digital, en primera afortunadamente se le ha dado su debido cultivo y cuidado, ademas de un constante seguimiento, por lo que se puede ver el desarrollo y la evolución de los pensamientos aquí planteados y en segunda, porque aun en esos días hasta yo tenia mis limites, pues de algún modo siempre fui consciente de no prometerme o comprometerme con lo que en algún futuro no pudiese cumplir. Creo que por eso me da hasta risa al visitar el cementerio de blogs, la turisteada que se da mi mente es sumamente gozosa, casi como un guía de museo mental explicando las antiguas entradas:
...
"Aquí podemos ver a alguien que juraba vivir acorde a la contracultura por siempre, hoy es un asalariado contento"
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"Aquí vemos un texto de una hater, emo, punk que no sabe que hacer con su vida, hoy se dedica a lamer suelas"
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"Este cuate escribía de forma rebelde y locochona, hoy es un comunity manager"
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"Esta chica luchaba por el fin de las imposiciones sociales, hoy se casa vestida de blanco con misa a las 4 y fiesta de etiqueta a las 6"
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 "Este baboso tenia una pésima redacción y creía que la música lo haría feliz por el resto de su vida, hoy solo ha mejorado lo de su escritura, sigue teniendo fe en lo de las melodías"
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Que cosas, caray...
Ps: Este blog va durar hasta que cierren blogger, inclusive después de este en alguna forma de reencarnación digital.
Sobre advertencia no hay engaño.
Salucita.

Manias de un melómano mañoso


Aaaaaayyyy

Escucho a Pink Floyd desde que estaba en la prepa, en buena parte gracias a una pagina muy recomendable de reseñas de discos que desafortunadamente hace mucho tiempo dejo de actualizarse, pero de todos modos les dejo un enlace para que le echen un ojo. Como buen melómano, disfruto de la gran mayoría de sus álbumes, desde el esquizofrénico The Piper At The Gates Of Dawn hasta inclusive el etéreo pero medio somnífero The Division Bell. De igual manera en la preparatoria, en alguna clase perdida en mi memoria fue que vi por primera vez la película de The Wall, con sus martillos marchantes y gusanos nazis.
El film en si es excelente, reforzando el mensaje del álbum en el que esta basado con todo el poder de lo audiovisual. Pero desde ese entonces hubo algo que me encanto y a la vez me genero mucha, pero mucha frustración. Resulta que una de las sorpresas de la cinta fue la inclusión de una canción inédita, What Shall We Do Now? acompañada de una animación genial. Yo esperaba, ya conociendo el disco original, que fuese solo una levemente modificada versión de Empty Spaces, lo cual en parte fue, pero cual seria mi impacto al escuchar esos remates acompañados por los gritos de la cara que encabeza esta entrada y que dan paso al riff descomunal rematado por las vocales tan poderosas comparables solo con lo que decía la letra. Fue simplemente hermoso.
Pero también frustrante, porque al regresar a la escucha del disco original, ahora lo sentía incompleto. No podía quitarme de la cabeza la canción de la película y me inquietaba el hecho de que en su lugar hubiese solo una versión incompleta. Quería y tenia que tener esa canción en el álbum. Podía haber simplemente puesto la versión de la película en mi iPod, huérfana y sin contexto, pero como buen melómano jamas me lo hubiese permitido, entonces la única solución era integrar la versión de la película a la secuencia original del disco. Para hacer esto surgieron varios inconvenientes: El primero era la secuencia de las canciones, es decir, que la mayoría estaban unidas por crossfades que no dejaban silencio entre cada una de las rolas. Esto se podía solucionar de dos formas, o haciendo los crossfades por computadora o uniendo el principio de Empty Spaces con la mitad de What Shall We Do Now?. Lo segundo no se podía hacer ya que ambas canciones estaban en tonos diferentes, por lo que no quedo de otra mas que hacer la primera opción.
Por aquel entonces ya tenia cierta experiencia en el uso de programas de edición de audio, particularmente del prehistórico Cool Edit (ya se imaginaran de que fechas estamos hablando) que principalmente usaba para grabar mis primeros demos musicales. Poniéndole un poco de empeño, entre prueba y error constante, logre al fin lo que parecía haber cumplido mis sueños, unir Goodbye Blue Sky, What Shall We Do Now? y Young Lust en una sola seguidilla de canciones. Me felicite a mi mismo por mi eficacia y deje el asunto como concluido.
Años pasaron, mis oídos se fueron sensibilizando y salió la versión remasterizada de The Wall. Yo por supuesto la adquirí, pero al intentar hacer la misma edición con la seguidilla de canciones antes mencionada me percate de una horrible verdad: la ecualizacion de la película difiere y por mucho de la del álbum, sobre todo del remasterizado. Es mas, inclusive la gran mayoría de las canciones del filme inclusive son regrabaciones echas con el propósito de sonar bien en la sala de cine, mas no en un disco como The Wall, cosa que me tomo años percatarme. La diferencia de la calidad de sonido era abismal, y ni aun extrayendo la canción de la versión Blu Ray del film quede satisfecho con el resultado. Intente de muchas maneras equiparar el sonido entre ambas versiones, desde ecualizar y masterizar por mi cuenta hasta versiones en vivo editadas y demás trucos de audio, pero nada me satisfacía. Busque versiones demos de la rola y hasta covers que sonaran similares pero todo fue en vano, ningún resultado me convencía en lo absoluto, por lo que derrotado deje el disco tal y como yo lo sentía, incompleto.
Hasta hace unos días, cuando en el ocio y la procrastinación del internet me encontré con un disquillo bastante desconocido llamado A Fair Forgery Of Pink Floyd que son básicamente covers de diversos artistas de las canciones mas emblemáticas de la banda. Y dio la casualidad que entre todas ellas, un grupo tributo llamado Wich One's Pink? recreo de manera fiel la canción con la que por años me traumé. Tiene todo, desde las guitarras fríamente calculadas, ese órgano tan característico y hasta el vocalista canta igual que Roger Waters. Solo, nuevamente, había una cuestión: la parte de los remates no tenia los gritos de la versión fílmica, lo que le quitaba poder a la rola. ¿Como solucionarlo? Por inverosímil que parezca, solo tuve que googlear Pink Floyd Scream y encontré el grito a la primera, sin problemas. Después de ciertos ajustes de edición, al fin siento que The Wall esta completo. Si, no es ni el grupo ni el orden de canciones original, pero esta inquietud de pubertad no podía dejarla quieta en algún rincón de mi cuarto, ademas me fascina la canción y sobre todo, se escucha bien.
Soy un melómano feliz. 

Pd: Tuve que hacer ademas un golpe de tarola por computadora para unir la canción con Young Lust, también fue otro rollo de edición que afortunadamente tuvo un final feliz. A ver cuando me dan mis manías de melómano mañoso nuevamente...