Mira que en el caso particular de México no nos alarmamos sorprendidos de lo que ocurrió en Paris ayer. Claro, mandamos nuestras condolencias y rechazo total a la intolerancia, ademas de la condena oficial por parte del gobierno, por su puesto. Inclusive fue por parte de los moneros de este lado del charco por quienes me entere primero, mucho antes que cualquier agencia noticiosa declarara algo. El poder de las redes sociales, supongo.
¿Pero porque en México no pega tanto esta noticia? Simple, sencillo, nos levantamos cada día sabiendo que ocurre algo parecido en el país casi todos los días. Sin exagerar, somos de los lugares mas peligrosos para ejercer el oficio periodístico. Y no, no tenemos talibanes terroristas acosandonos, si no peor, nos matamos entre los mismos mexicanos.
Pero al igual que los franceses, tenemos un arma aun mas peligrosa que los rifles y las balas: la trascendencia. La violencia podrá terminar con lo terrenal, pero las ideas se quedan en la memoria colectiva por siempre. Mientras los que quedamos no caigamos en el miedo y la censura, los que ya no están vivirán eternamente. Ya lo diria Stéphane Charbonnier "Chab", uno de los caricaturistas fallecidos en el atentado: "Prefiero morir de pie a vivir de rodillas".
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