Cogniciones III

Esta ciudad nunca duerme, no descansa y es muy sentimental. Alcanzo a observar, desde el punto de vista ajeno, como la gente camina entre sus calles sin motivación, con la única certeza de que este viaje nunca terminará, pues se trata de un loop infinito que lentamente se desgasta en los adentros del caos ordenado de este lugar. Y a pesar de todo me fascina vivir aquí. 

Algunas veces es correcto renunciar a ciertas cuestiones, sobre todo si te obligan a ser o hacer cosas que realmente, muy en el fondo, sabes que no quieres o no te interesan. A pesar de las promesas y los anhelos, hay que fríamente conectar la realidad con los pensamientos y darse cuenta de lo inútil del esfuerzo. Es cierto, da miedo y muchas veces trae consecuencias, pero es mejor vivir que solamente estar fingiendo.

 Agradezco nuevamente a la fidelidad por manifestarse de distintas formas, ya sea por medio de la gente a la que estimo y con las que se que puedo contar en todo momento; por medio de los ideales y las promesas eternas; y, por medio de la música, aquella musa que por mas que insista no me deja y me encuentra inclusive en nuevas y sorprendentes formas. Agradezco a la fidelidad de manera particular por mantenerme fiel a mi persona, sin traicionarme o deformarme en algo indeseado. Se que uno cambia con el tiempo, a veces a conciencia, otras veces sin notarlo. No se que sucederá en el acontecer de esta vida que tanto divaga, pero me asegurare de disfrutarlo y sobre todo, mantenerme fiel conmigo mismo, con el de siempre. 

A pesar de mi corto tiempo en esta tierra, algo me dice que los tiempos se están volviendo cada vez mas turbulentos, inclusive siniestros. Ya no es concebible manejar esa burda óptica del bien y el mal, sino que el panorama se convierte poco a poco en un nauseabundo manchón gris. No creo en las falsas esperanzas ni en el optimismo desenfrenado, se que lo que viene afectara las formas y el que hacer de manera drástica. ¿Como afrontarlo? Realmente no tengo idea, podría adornar estas líneas  con palabras glamorosas y frases trascendentales pero el porvenir solo me inspira una cosa: a vivirlo, sin mas, ni menos. Sigamos caminando, sigamos respirando.

El único que parece adaptarse a estos tiempo tan modernos es el gato, pues hasta deseos de superarse tiene, aprendiendo de mi padre las labores domesticas. Aparentemente le ha dado por ser gato electricista y convertirse en un ser de bien en esta sociedad tan convulsionante. Chido por el...




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