Querido mio:
Hace 10 años se me ocurrió crearte, en un mundo diferente durante alguna otra vida que tuve. Eran tiempos muy distintos, sin la inmediatez de hoy y sin haber perdido la inocencia que ello conllevaba. Ahora es tan fácil darse cuenta de tantas cosas, que en ocasiones me abruma saber de los errores y los motivos que me llevaron a ellos, sin embargo me mantengo agradecido por todos esos momentos y por todos esos detalles durante los últimos 10 años de mi existencia.
Deje atras anhelos, ilusiones y amores que te juro pensé me quedaría con ellos el resto de mi vida, ya veo que quizá nunca me pertenecieron, que solo los tuve por lo circunstancial de la ocasión, pero apenas, y reitero, lo logro vislumbrar, mas no lo comprendo; lo acepto mas no me conforta. Quizá en el porvenir encuentre la lógica y la consideración, pero no ahora, no quiero y no puedo, y aun así seguiré caminando, pues las razones y las circunstancias no conocen sobre la compasión.
De lo que quedó no puedo mas que agradecer al destino y a la fortuna, supongo. La música, como siempre, amante inmortal en un ínfimo momento. Ya era exagerado mi amor por ella cuando te creé, querido mío, imagínate lo que es para mi hoy.
Te cuento que no hace mucho deje de ser y con demasía, no me identificaba y mucho menos me hallaba en la carcaza cobriza que literalmente cubre mis interiores. Busque y busque, mas no hallé fácilmente el significado, la definición de este tu bienintencionado remitente. Hasta que en la profundidad encontré el origen del sonido, la vibración original que me dio motivo para seguir. Y desde entonces me quiero, lo cual es muy importante, pues sin ello lo mas aterrador que puede pasar es quedarnos a solas con nuestros pensamientos, y peor aun, que es lo mas cierto, la mas completa y sincera verdad es que estamos solos por siempre. Nadie mas, sin importar la pasión que despierte o el cariño que invoque, sabe ni sabrá de los monstruos del interior.
Veo las primeras publicaciones de tu existir y curiosamente noto mucha inocencia, quizá demasiado tosca para mis cogniciones de hoy en día, pero nunca, o casi nunca, volatil, lo cual me alegra y hasta absurdamente me enorgullece, pues eres tu, querido mío, testigo de la fidelidad hacia mis convicciones. Por supuesto, hace 10 años apenas eran el esbozo de lo que actualmente son, sin embargo tienen mucho mérito al ser la base de lo que hoy por hoy me mueve y me motiva.
Que si ya no te frecuento como solía hacerlo es meramente mi culpa, pues tu tienes lo suficiente para reflejar mis pensamientos, una bonita interfaz con las herramientas funcionales y adecuadas para ello. Quisiera hecharle la culpa a la sociedad, que me obliga a tener un bienestar material, pues muy a mi pesar hay cuestiones que no puedo evitar al ser miembro de esta manía que me trae de un lado a otro con tal de tener que comer y donde dormir. Pero lo cierto es que ahora no tengo tanto que escribir en tu mar de pixeles pues me he descubierto en una situación que jamas se me ocurrió estar: en el control de mi vida. Ya no soy aquel púber que desahogaba sus ideas etéreas en la vastedad del internet, si no que ahora decido, en un proceso interior que ha moldeado poco a poco la madurez, que reflejar y que no confesar ante lo que potencialmente pudiera registrarse para siempre. Por cierto, hablando de madurez, es tan extraño que antes me diera miedo depender de mi y ahora me da ansiedad encontrarme fuera de mis manos. Quiero pensar en la posibilidad de que tambien tu aprendiste a tener la paciencia de una piedra al tener que esperar que se me ocurriera algún día escribir en tus digitales paginas algún pensamiento redentor de lo que sea que me haya pasado durante el día. Obviamente no, pero ello no me quita el derecho a imaginármelo.
Sin mas que decir, espero contrastar dentro de diez años todo esto que ya escribí con lo que habré de plasmar en una entrada tuya, querido mío, cuando tanto tu como yo seamos ya otra cosa, espero yo para bien.
Felices 10 años, Blog Querido
Atte. J.L.Chuc
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