He aquí la segunda parte del proyecto llamado ELECTROCARDIOGRAMA, Diástole (2023), que es la continuación, o mas bien, el complemento de Sístole. La temática de este álbum se centra en esa etapa de la vida donde no tienes ni idea de a donde vas, ni de quien eres, aun cuando la sociedad te diga que ya deberías ser un humano hecho y derecho. Adulto joven, le dicen. La realidad es que solo eres un miope social que no vive, sino sobrevive, con la esperanza imposible de la estabilidad y la de cosechar los frutos de un esfuerzo insuficiente.
Frustración constante, lo cierto es que uno está a la expectativa de lo peor que pueda pasar, pues ya hace algún tiempo que con resignación admitiste la innegable realidad, aun cuando de vez en cuando restos de una vida anterior te cuestionen el porque acabaste como se supone nunca ibas a acabar. Aparentemente, ni un trabajo, por mas digno que sea, te conforta en esa eterna búsqueda de lo ignoto e indescriptible. Solo quieres sentirte bien, sin importar el rumbo o como termine lo que en algún momento se tiene que acabar.
Aun así, existe el dejo de la esperanza, pues en secreto te cautiva que exista la posibilidad de si poder triunfar en la vida, de enderezar aquel camino que nunca estuvo derecho. Incluso puede ocurrir el reencuentro con el antiguo amor, ese que logra, por un momento, devolverte esas sensaciones de antaño, todas ellas procesadas bajo la supuesta madurez que dan los años, superando la óptica juvenil y los limites referenciales del ayer.
Pero algo por dentro se retuerce, envejece y se le endurece la piel, recordándote la mediocre normalidad de tu realidad. Luchas contra ello, sufres por dentro, mientras que por fuera ocurre esa batalla contra ti mismo. Las consecuencias de esa guerra son la perdida de casi todo lo que amaste, de lo que eras y nunca volverás a ser. Ni siquiera sabes a ciencia cierta que ocasionó ese conflicto, pues te encontrabas bien, dentro de lo que cabe. Solo lograste alejar a la gente, pues no te amaban como debían de hacerlo, según tus parámetros egoístas. Tu mente se vuelve una mezcolanza de sensaciones y pensamientos y te hundes, en lo mas profundo de ti, donde no es muy conveniente que estés, a solas, con tus pensamientos.
Es ahí donde empieza el proceso de resurgir, donde disciernes entre lo que eres, lo que pretendes ser, lo que pretenden que seas y por supuesto, en lo que no eres y nunca seras. Te das cuenta que ni la autocompasión, ni los mitos que inventaste van a sustentar ese respirar constante, que da vida y fuerzas a ese ser, lleno de cargas necesarias. A poder y pensar se le suma poder actuar, y se elabora la epifanía máxima: Este es tu corazón, latiendo hoy; esta es tu vida, y de nadie mas.
Frustración constante, lo cierto es que uno está a la expectativa de lo peor que pueda pasar, pues ya hace algún tiempo que con resignación admitiste la innegable realidad, aun cuando de vez en cuando restos de una vida anterior te cuestionen el porque acabaste como se supone nunca ibas a acabar. Aparentemente, ni un trabajo, por mas digno que sea, te conforta en esa eterna búsqueda de lo ignoto e indescriptible. Solo quieres sentirte bien, sin importar el rumbo o como termine lo que en algún momento se tiene que acabar.
Aun así, existe el dejo de la esperanza, pues en secreto te cautiva que exista la posibilidad de si poder triunfar en la vida, de enderezar aquel camino que nunca estuvo derecho. Incluso puede ocurrir el reencuentro con el antiguo amor, ese que logra, por un momento, devolverte esas sensaciones de antaño, todas ellas procesadas bajo la supuesta madurez que dan los años, superando la óptica juvenil y los limites referenciales del ayer.
Pero algo por dentro se retuerce, envejece y se le endurece la piel, recordándote la mediocre normalidad de tu realidad. Luchas contra ello, sufres por dentro, mientras que por fuera ocurre esa batalla contra ti mismo. Las consecuencias de esa guerra son la perdida de casi todo lo que amaste, de lo que eras y nunca volverás a ser. Ni siquiera sabes a ciencia cierta que ocasionó ese conflicto, pues te encontrabas bien, dentro de lo que cabe. Solo lograste alejar a la gente, pues no te amaban como debían de hacerlo, según tus parámetros egoístas. Tu mente se vuelve una mezcolanza de sensaciones y pensamientos y te hundes, en lo mas profundo de ti, donde no es muy conveniente que estés, a solas, con tus pensamientos.
Es ahí donde empieza el proceso de resurgir, donde disciernes entre lo que eres, lo que pretendes ser, lo que pretenden que seas y por supuesto, en lo que no eres y nunca seras. Te das cuenta que ni la autocompasión, ni los mitos que inventaste van a sustentar ese respirar constante, que da vida y fuerzas a ese ser, lleno de cargas necesarias. A poder y pensar se le suma poder actuar, y se elabora la epifanía máxima: Este es tu corazón, latiendo hoy; esta es tu vida, y de nadie mas.
El tracklist es el siguiente:
1. En Eterno Sopor
2. Godínez
3. Versus
4. Las Cosas Como Son
5. Alguien Correcto
6. Totalmente Normal
7. Treinta Vueltas al Sol
8. Onírico
9. Ilusionado
10. Lejos de Aquí
11. Aquí Dentro
12. Reset.
13. Electrocardiograma
14. Adiós
¡Saludos, desde el corazón!