Levántate. Bienvenido a la realidad. Se termino el sueño, comienza a gritar.
Te levantas como siempre, medio muerto, medio vivo, con la garganta desgarrada y llena de pus, sabor a limitaciones. Poco a poco haces lo de siempre, la hermosa rutina, la asfixiante, denigrante, desalmada, incuerente, nociva, perra, pero hermosa rutina.
¿Y en que consiste esa rutina? Despertar, comer, trabajar, comer, regresar, comer, dormir. NO hay tiempo para mas, no hay tiempo para menos. Pero eres humano, quieres mas, quieres mas...te estas asfixiando entre tantos números, y quieres mas.
Te dan un cero, un enorme y cuadrado cero. Ahí te muestran sueños, ahí te enseñan pesadillas. Y todo con una sonrisa. La gente se quiere, la gente se abraza. La gente se odia, la gente se mata. Un estrechar de manos, un jalar del gatillo. Todo eso jamas lo vas a hacer, y lo peor es que sigues consciente.
Oyes el discurso político, ves aquella figura, imponiendo las manos, con seguridad en lo que dice, te da una imagen de confianza. Y piensas que quiza si, que hay que confiar, que puedes estar tranquilo y seguro, el te va a proteger. El gobierno, debemos confiar. El gobierno, debemos triunfar. Bahhh...El gobierno, ellos no hablan por nosotros. Sigue con tu rutina...
Y de pronto te das cuenta, no puedes mas, no quieres mas. Una oficina de 2x2 te asfixia. Estas conectado a una maquina, que transpira carbón y papeleo. Has perdido todo, queriendo agasajarte con mas. Has perdido tu libertad, por querer jugar al libertinaje. Haz querido ser feliz, pretendías controlar tu vida. Querías escapar a la luna, ser presidente, criar doctores y abogados, nadar en un mar de cristal con la chica de tus sueños. Ilusiones tontas, heridas que jamas sanaran.
No puedes mas, estas harto. Tiras el portafolio y te rasgas la ropa, mientras una suave melodía resuena por todos lados. No puedes mas, tan cansado, tan feliz...Tu corazon explota y se diluye atravez de un grito...No mas sorpresas, por favor....Silencio....
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