Yo al morbosear unos tacos al pastor
- Hace mucho tiempo, incluso antes de que yo naciera, mis padres eran jóvenes, como todos alguna vez en esta vida. Cuando recién llegaron a Cancún, allá por finales de los 80's no tenían donde quedarse, por lo que unos tíos les ofrecieron hospedaje. Por esas épocas la ciudad todavía tenia zonas vírgenes, con áreas verdes inmaculadas y toda la cosa, incluyendo animales. Cierto día, una tía en aquella casa donde vivían mis papas comenzó a gritar desesperadamente, para susto de mi madre, que fue corriendo a ver que ocurría. Mi tía exclamaba "¡Una rata, una rata!" mientras se trepaba a una silla. Mi progenitora estaba por hacer lo mismo cuando mi tía agrego: "¡Y es lesbiana!". Al oír lo extraño de la situación, mi madre fue a inspeccionar la identidad del animal que se había metido a la casa. Resulto ser una zarigüeya albina, nada de roedores homosexuales, solo una confusión lingüística.
- Cuando vivía en Mérida, a veces en las madrugadas solitarias de angustia y melancolía me asomaba al balcón que daba a la calle para pasar el rato. Ahí podía observar a los 20 gatos de la vecina de frente hacer su ronda y rodar por el asfalto durante la tranquilidad de la alborada. Cierta noche, mientras los observaba, note como de pronto se quedaron viendo a la oscuridad y salieron corriendo espantados. Yo, desde la seguridad del balcón, me preguntaba que seria la horrible criatura que habría hecho correr despavoridos a tanto gato, tal vez una serpiente o algo con muchos dientes. De las sombras se asomo un tlacuache tan rechoncho como solo el mismo y mas grande que los desnutridos felinos. Su caminar era semejante al de un gordito zampado, mientras cruzaba tranquilamente la acera, seguramente feliz de la vida ante la serenidad del asunto.
- Lamentable fue lo que tuvo que pasar el ahora famoso tlacuache de Oaxaca, que resulto ser de Yucatán. Cuando muchos afirmaban que al animal en desgracia lo utilizaron como proyectil de guerra durante los acontecimientos recientes en Nochixtlán, resulto ser un asunto aun mas frívolo, si cabe decirlo. Kots Kaal pato es el nombre de una imbécil tradición de cierta zona del Mayab donde la gente se reúne básicamente para destripar a golpes y jaloneos a varios animales, incluyendo la fallecida zarigüeya, cuya muerte tuvo el infortunio de convertirse en el objeto de confusiones y memes.
- Afortunadamente donde hay muerte también hay vida pues se dio un acontecimiento insólito e inclusive internacional por estos lares. Insólito pues en la estación Centro Médico del metro de la Ciudad de México un tlacuache dio a luz a seis crías, internacional porque según informa el sistema de transporte es la primera vez que sucede esto en algún metro de este mundo. Actualmente la bautizada "Cuca" y sus cuquitos residen en la Reserva Ecologica de Cuemanco, al sur de la ciudad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario