Cogniciones IV


Ayy, que caray con la gran ciudad. Mucha gente aquí vive enojada, estresada y con frustraciones. Se que el ritmo en esta enorme mancha urbana es trepidante, pero no es excusa para ser un horrible ser humano. Quizá les falta salir y conocer otros lugares, para que abran sus mentes, o quizá les falta adentrarse en si mismos y llenar todo eso que esta vacío en su interior. No lo se, pero es un infortunio que no puedan ver lo increíble de este lugar.


Y es que a pesar de tener vistas tan maravillosa como esta en cada rincón del mundo, hay gente tan vacía por dentro que no les permite disfrutar todo lo excelso que hay allá afuera. Todas las oportunidades, todos los puntos de vista, todas los pensamientos y sensaciones que se están perdiendo, solo por dejar que su egoísmo gane en cada ocasión.


Creo que la cuestión en esta vida es ir con humildad, pero a la vez saber defenderse y poner un limite hasta donde uno cede. Pues habrá momentos y situaciones en donde lo único que te sacara adelante y te hará un mejor ser humano es la constancia y mantener la calma, no desesperarse y no tener miedo, cosa que he de admitir me cuesta. Superar a esos pensamientos que intentan que no avances, que no sigas, que te quedes en tu zona de confort ha sido difícil, toda mi vida he luchado contra ellos, y pues les puedo decir que se siente muy bien no hacerles caso. Digo, no estaría donde estoy, y peor aun, no seria quien soy hoy, probablemente sería algo peor, que miedo...



He de confesar que gozo del privilegio de la música, el cual no todos lo tienen. Quizá sea ello uno de los factores que no me dejan caer en ese mar de frustraciones y rencores, pues cuando todo se pone tenso, no hay nada mejor que aislarse un rato del mundo y evocar alguna melodía. Y cuando todo va bien tambien, es mas, si pudiera todo el tiempo congeniar con la labor musical seria el ser mas feliz de este rumbo galáctico. Eso si, la música se ha dado a respetar últimamente, me ha dejado adentrarme en algunas de sus mas complejas profundidades, las cuales he de admitir no son fáciles de asimilar, pero me han abierto hacia nuevas percepciones y conocimientos. Agradezco el día en que Euterpe toco a mi puerta y me dijo "sígueme", no lo cambiaría por nada en esta tierra.



Mis seres queridos se encuentran bien afortunadamente, cada uno con sus luchas en el acontecer diario. Recuerdo que al principio de este viaje, cuando salí de casa de mis padres, pensaba en todos ellos como si los hubiera desamparado, como si no pudieran existir sin mi presencia. Claro, ese pensamiento ingenuo y egoísta se fue con el pasar de los años, me lo han comprobado ellos. Me agrada que me lo hayan demostrado, que elegí a las personas correctas para querer y respetar, que el cariño sigue a pesar de la distancia. Gracias por seguir ahí, en el constante devenir de los tiempos.


Del que tengo queja es del gato, pues no solo se ha adaptado completamente a las circunstancias que le tocaron, si no encima abusa de ello y llega a practicas no muy correctas, como espiar a los vecinos, tal cual se puede ver en la foto de arriba. Aun así lo comprendo, pues finalmente es muy gato para andarse preocupando del que dirán de nosotros, los humanos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario